En el marco del proyecto financiado por la Unión Europea, "Desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles e inclusivos en la región noroccidental de Azerbaiyán", la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) inició cursos de formación para pequeños productores de alimentos en Zagatala y distritos de Gakh, entre ellos, productos de avellano europeo.

Según datos de Agrocomer, alrededor de un 95% de los huertos de avellano europeo tienen un elevado grado de mecanización y alrededor del 98% se encuentran mecanizados en algún nivel. Esto implica un uso de maquinaria mayor al que se tendría en el escenario contrario, por ende, también hay que tener en cuenta el proceso de mantención de los elementos que se utilizan en los distintos procesos que vive el huerto.

Desde Osorno, el Grupo Hijuelas exportó 42 mil kilogramos de avellana europea a Italia. Este envío abrió la temporada de exportación de este frutal que fue certificado por el SAG.

A pesar de que en Chile hay semillas certificadas, no hay viveros que lo estén. En el presente la Norma Específica de Certificación de Avellano (Resolución N° 2974/2018), es la que contiene los detalles del procedimiento, el documento no apunta a certificar a las empresas o viveros como razón social, si no que a las variedades de fruta.

Victoria Salas, Asesora de AgroReyes, explica que hay dos épocas en las que se realiza la poda en el avellano europeo, una de ellas es en primavera y la otra en invierno, específicamente en los meses de junio, julio y agosto.

La poda es una tarea que debe realizarse dos veces al año en el proceso del avellano europeo, lo que trae beneficios en los frutos que salgan de la planta. Esta labor se clasifica en dos grandes grupos: la poda de formación y la de producción.