Antes de existir antecedentes, se decía que había cierto peligro en consumir avellanas tostadas, por la producción de acrilamida. Sin embargo, científicos turcos descubrieron que no existía este riesgo en este tipo de comida.
Este insecto está declarado como plaga cuarentenaria para Chile en la Resolución N° 3.080 y sus modificaciones, debido al gran impacto económico y cuarentenario que implica su presencia.
Entre sus propiedades principales se encuentra un gran poder calorífico y una combustión eficiente dada su baja humedad, homogeneidad y tamaño. Además, se considera de fácil manipulación debido a su máxima limpieza y la poca ceniza que genera.
La titular de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Teresa Jordà, presentó la Oficina Técnica que se encargará de fomentar proyectos y producción de avellanas en Cataluña.