Avellano Europeo: el “nuevo oro verde” que está revolucionando la fruticultura chilena

Un cierre de temporada histórico para el cultivo, con récords productivos, precios extraordinarios y un llamado urgente a la innovación y sostenibilidad.

El cierre de temporada 2024-2025 de Agroreyes dejó un mensaje claro: el avellano europeo ya no es la promesa del agro chileno, sino una realidad consolidada y en pleno auge. Productores, asesores, dirigentes gremiales y representantes de la industria coincidieron en que estamos frente a un cultivo estratégico, con cifras históricas y un potencial que sigue creciendo.

En su décima edición, el evento convocó a más de 200 asistentes entre agricultores, empresas proveedoras y expertos, quienes participaron de un ciclo de charlas técnicas enfocadas en los avances y desafíos del avellano europeo. El balance, según los protagonistas, fue “extraordinario” tanto en lo productivo como en lo económico.

Andrés Reyes, asesor especialista en producción de avellano europeo y director de Agroreyes, no ocultó su entusiasmo: “Este año alcanzamos producciones que nunca antes habíamos visto. El precio promedio fue de 4 dólares el kilo, lo que significa ingresos de entre 12.000 y 15.000 dólares por hectárea”. Un rendimiento que, en palabras del experto, consolida la rentabilidad del cultivo.

En lo técnico, Reyes destacó el control efectivo de plagas y enfermedades, junto a un programa nutricional robusto que permitió mantener la estabilidad productiva. El desafío, dice, está en “elevar los contenidos de azúcares de la planta y reducir el estrés mediante un manejo más sustentable”.

La innovación es otra pieza clave. Entre las apuestas para la próxima temporada, el asesor mencionó la implementación de riego subterráneo, capaz de ahorrar un 22% de agua y mejorar la eficiencia hídrica, además de la incorporación de productos biológicos que, sin ser estrictamente orgánicos, apuntan a una producción amigable con el medio ambiente.

Para Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), el evento no solo demostró la fortaleza del avellano europeo, sino también la importancia de un manejo integral y transparente: “Este tipo de presentaciones deberían replicarse en todas las especies. Es fundamental conocer los costos, manejar huertos productivos y con fruta de calidad”.

Walker subrayó que Chile cuenta con ventajas comparativas frente a competidores como Turquía, y que la mecanización, automatización y digitalización serán claves para sostener el crecimiento. “El avellano ha hecho un tremendo aporte a la fruticultura nacional, con 48.000 hectáreas plantadas y un producto de calidad premium para la industria chocolatera”, afirmó.

Francisco Contardo, periodista agroalimentario y presidente del Círculo de Periodistas Agroalimentarios, destacó la masiva asistencia y la calidad de la información entregada: “Uno sabe que un seminario es bueno cuando todos están tomando fotos de las láminas. Aquí la información fue muy valiosa y práctica”.

Según Contardo, el evento ya es un “imperdible” para el sector, reuniendo a productores consolidados y a empresas proveedoras que aportan tecnología y soluciones para el manejo del cultivo.

Francisco Moreno, director técnico de Agrícola Mataquito, aportó la mirada del productor. Para él, los principales desafíos son el manejo del recurso hídrico y el control fitosanitario de nuevos huertos. “Hoy estamos usando bloqueadores solares, aminoácidos y drones para combatir plagas como el chinche. La tecnología está y debemos aprovecharla para mantener huertos sanos y productivos”, comentó.

Moreno también fue optimista sobre el futuro: “Estamos en la parte alta del ciclo, con precios extraordinarios que podrían mantenerse al menos cuatro años más. Esto permitirá sumar unas 20.000 hectáreas adicionales en el corto plazo”.

La sostenibilidad apareció como concepto transversal en todas las exposiciones. El cambio climático, con temperaturas más altas y menores niveles de humedad, obliga a replantear prácticas y apostar por un equilibrio productivo que proteja la planta y el suelo.

El evento también dejó claro que el avellano europeo se está posicionando como una alternativa sólida para diversificar la fruticultura nacional. Su adaptabilidad, buena rentabilidad y alta demanda internacional lo convierten en una opción atractiva para inversionistas y agricultores.

Con diez años de historia, el cierre de temporada de Agroreyes ha pasado de reunir a 35 personas en sus inicios a más de 200 en la actualidad. Un crecimiento que refleja el interés y la confianza en un cultivo que muchos ya denominan el “nuevo oro verde” de Chile.

El desafío ahora es sostener este éxito en el tiempo, con innovación, eficiencia y una mirada sustentable que permita enfrentar las incertidumbres climáticas y de mercado.