Año a año, el cultivo del avellano es bastante semejante a nivel productivo, tienen que existir condiciones, ya sea de manejo o climáticas, muy desfavorables para hablar de una variación en productividad, lo que no ocurre con otros frutales, que son mucho más sensibles a temas climáticos.
Esta temporada en especial el avellano europeo se destacó por una importante baja productiva del 10%-40%, a nivel nacional y con mayor efecto en la región del maule, asociado climatológicamente a las condiciones climáticas que se presentaron a fines de 2022 y durante el año 2023 estuvieron marcadas por el efecto del Fenómeno de la Niña en primavera-verano, el cual tuvo término en marzo, luego de haber estado tres años consecutivos bajo esta condición (2020, 2021 y 2022), para dar paso a la llegada del Fenómeno del Niño en el mes de junio, siendo los meses de abril y mayo de transición.
Como departamento técnico, evaluamos las distintas condiciones, obteniendo como resultado las problemáticas que atentaron contra esta importante disminución, asociadas principalmente a factores climáticos en el periodo de polinización y floración, las que fueron expuestas en la tercera versión del Día Nacional del Avellano Europeo, destacándose:
Condición asociada a cuatro factores fundamentales, los que se vinculan directamente entre sí:
Durante el periodo de inducción y diferenciación floral pueden presentarse condiciones ambientales desfavorables o un mal manejo agronómico para la continuidad del conjunto de procesos fisiológicos que ocurren en la planta, donde la mayor demanda energética la realizan los frutos en desarrollo en desmedro de una adecuada formación de estructuras radiculares, vegetativas y reproductivas. Por lo anterior, resulta de vital importancia prever y/o reducir al máximo todos los factores que puedan incidir en que la planta se vea sometida a algún tipo de estrés que afecte su desarrollo.
La primavera de 2022 tuvo condiciones de alto estrés abiótico desde inicios de la primavera, especialmente durante los meses de noviembre y diciembre, coincidiendo con la inducción floral masculina y femenina, manteniéndose un alto DPV hasta avanzado el verano. Se suma, además, la condición de estrés hídrico presentado en algunos huertos durante el periodo de diferenciación floral.
A lo anterior se le atribuyen dos situaciones referido al desarrollo floral:
Ambas condiciones se focalizaron principalmente en la cara norponiente de la planta, con mayor significancia en orillas y cabeceras de las hileras. De acuerdo con estudio realizado por el Departamento de I+D Agroreyes en la zona de San Rafael, Maule, Chile, la condición de centros frutales vanos significó una disminución de un 8,5% en la producción en huertos afectados.
La ocurrencia de precipitaciones durante el periodo de septiembre a noviembre de 2023 en distintas zonas de la región del Maule provocó que la primavera se mantuviera un 15% más fría respecto a la temporada anterior, donde las condiciones ideales para el proceso de cuaja se retrasaron en al menos 3 semanas.
Al igual que la temperatura ambiental, la temperatura de suelo también se mantuvo más fría, especialmente durante los meses de noviembre y diciembre, registrándose una disminución entre un 10% a 15% respecto al mismo periodo en 2022, viéndose retrasada la actividad radicular: absorción de agua, nutrientes y transporte de citoquininas hacia estructuras reproductivas. Este fenómeno se vio acentuado en huertos con suelos de texturas finas, principalmente arcillosos, los cuales comprenden la mayoría de los suelos en los cuales se encuentra establecido el Avellano Europeo en Chile.
En nuestro país se han descrito enfermedades bacterianas asociadas al Avellano Europeo, de las cuales dos son de gran importancia económica: el tizón bacteriano (Xanthomonas arboricola pv. corylina (Xac)) y el cancro bacteriano (Pseudomonas spp.).
La ocurrencia de precipitaciones durante la última semana de octubre y a mediados de noviembre provocó una disminución del 11% en las temperaturas máximas y un aumento del 16% en la humedad relativa, lo que explica el aumento de huertos afectados por bacteriosis de un 32% en 2022 a un 53% en 2023, con mayor expresión de la enfermedad durante el mes de diciembre.
Esto fue cuantificado durante la temporada pasada mediante análisis fitopatológicos realizados en algunos huertos asesorados. Para la zona de Pelarco, Región del Maule, se detectó un caso donde existió un aumento en un 10.000% en la carga bacteriana, desde mayo a diciembre. Para esta problemática no existe cuantificación de pérdida.
Durante la primavera del 2023 ocurrieron dos eventos de precipitaciones en la región del Maule y Ñuble (semana 43 y 45), acompañados por ráfagas de vientos que en algunos sectores fueron de hasta 90 km/hr. En este periodo, los brotes se encontraban entre los 15-20 cm de longitud aproximadamente y con flores en continuidad de desarrollo.
Este fenómeno provocó la caída de una alta cantidad de brotes, que mediante cuantificación significó en algunas zonas -sólo por este concepto- la caída del 54% de la producción estimada. (Fuente: Agroreyes SPA).
A medida que ocurre la elongación del brote, aumenta también su contenido de agua, siendo un tejido muy susceptible al daño mecánico, principalmente durante los meses de octubre y noviembre, donde ya alcanza los 15 cm en promedio sin aun iniciar el proceso de lignificación de la epidermis. Esta característica de juvenilidad puede prolongarse aún más con un exceso de fertilización nitrogenada. En general, los brotes con mayor susceptibilidad a dañarse de forma mecánica corresponden a aquellos que constituyen el contorno de las plantas, siendo el paso de la maquinaria y el viento los principales factores de daño.
Un efecto colateral de la caída de brotes fue un aumento en la incidencia de bacteriosis, consecuencia a la gran cantidad de heridas provocadas en la planta.
Durante el periodo de desarrollo de la fruta y recolección, pueden observarse tres tipos de fisura en la fruta:
De acuerdo con la información otorgada por nuestros productores asesorados, entregas realizadas durante el mes de marzo tuvieron un promedio de descuento entre 4,5 – 7,5% a causa de esta condición.
La temporada 2023-2024 dejó de manifiesto la necesidad de desarrollo y mejora de estrategias en la producción de avellanas europeas, con enfoque a la preparación de las plantas y campos en general para enfrentar condiciones climáticas cada vez más inciertas y extremas. En Agroreyes nos encontramos desarrollando diferentes medidas de mitigación para enfrentar este nuevo escenario, siempre con una mirada sustentable y en favor del crecimiento de la industria, a través de diversas Estrategias de uso en huertos, en base a manejos tanto de suelo, foliares, y culturales, además del desarrollo de diversas alianzas estratégicas que favorecerán el crecimiento del conocimiento y manejo del avellano europeo, con la integración empresas desarrolladoras de insumos, investigación y la academia.
Referencias:
“Agroreyes SPA (2024). Informe Técnico: Problemáticas de la Temporada 2023-2024.”