Tipos de poda

La poda es una tarea que debe realizarse dos veces al año en el proceso del avellano europeo, lo que trae beneficios en los frutos que salgan de la planta. Esta labor se clasifica en dos grandes grupos: la poda de formación y la de producción.

La poda de formación se realiza en los primeros años del huerto y consiste en formar la estructura productiva del avellano. “Depende mucho de la forma que se le quiera dar al huerto, actualmente se trabaja con las podas de formación en multi-eje, en mono-eje y multi-eje elevado”, asegura Victoria Salas, Asesora de AgroReyes.

El Instituto de Investigación Agropecuaria (INIA) define la poda en formación como una labor “necesaria para para asegurar el equilibrio futuro (vegetativo-productivo) del árbol”. Además, en su estudio, “Poda y Sistema de Conducción”, aseguran que este tipo de poda ayuda a “simplificar la poda sucesiva de fructificación o producción, favoreciendo la entrada de luz y aireación al interior de la copa”.

Por otra parte, según Victoria Salas, la poda de mantención tiene como objetivo mantener la estructura que se forja en la de formación, además de promover la parte productiva a través de mejorar la iluminación y los aspectos fitosanitarios de la planta.

“La poda de producción se realiza principalmente durante el invierno en plantas en estado de reposo vegetativo, con pocos cortes de poda, para eliminar principalmente ramas secas, enfermas, senescentes y mal ubicadas”, explican en “Poda y Sistema de Conducción” de INIA. Además, agregan: “Una buena disponibilidad de luz en la copa tiene un efecto positivo en una mejor inducción y diferenciación de las yemas a flor”.