Esta especie puede generar graves daños a los cultivos e impedir su posterior comercialización

La Generalitat de Cataluña hizo un llamado a la ciudadanía con el fin de que identifique los focos de Halyopmorpha alys, mejor conocida como chinche parda marmorada. Además, incitó a la población a llevar a cabo acciones de control frente a la misma. El principal propósito de lo anterior, es evitar que estas se trasladen durante la primavera hacia las zonas agrícolas, donde los daños que pueden ocasionar son muy grandes.

Esta variedad de chinche es exótica e invasora y fue detectada en Valencia en 2020 por primera vez. Proviene de Corea, Japón, China y Taiwán y se presume que fue insertada en la ciudad española por medio del transporte de automóviles y mercancías a través de Cataluña.

Sin embargo, esta última no es la única zona golpeada por la presencia del insecto. Llegó a Europa en 2007, primero a Suiza y luego se expandió por Liechtenstein, Francia, Alemania e Italia. Muchos años antes, en 1998, se insertó en Estados Unidos, lo que ha significado desde entonces importantes pérdidas económicas para sus cultivos, sobre todo de tomates, melocotones, avellanas, peras, pimientos y manzanas.

Los adultos de esta especie se alimentan de frutos y las denominadas ninfas, además de comer frutos, consumen tallos y hojas. Su presencia puede generar puntuaciones necróticas, deformaciones, decoloraciones y surcos.

Las malformaciones que provocan son tan graves que hacen imposible su posterior comercialización. En Italia ya esta ocasionando un número considerable de problemas en las exportaciones de manzanos.

Hasta ahora el Ministerio de Agricultura de dicho país no lo ha catalogado como plaga agrícola de cuarentena. Mediante un informe publicado por la cartera, se indica que se trata de una variedad inofensiva para los humanos, ya que no transmite enfermedades ni tampoco ataca. Sin embargo, se detalla que en otoño es posible que estas entren a los hogares para formar agregaciones poblacionales frente a las bajas temperaturas.

Frente a ello, los expertos sugieren capturar a los chinches y depositarlos en botes con agua y jabón o en una bolsa al sol. A su vez, hacen énfasis en la necesidad de no usar insecticidas para eliminarlos.

Ante la situación de la chinche asiática en Valencia, el biólogo Pablo Vera señala que probablemente se vuelvan a divisar varias de ellas con el fin de la época estival. Su erradicación es muy difícil, por lo que el biólogo asegura que la participación y las medidas de control de la ciudadanía son factores esenciales. «Tomar fotografías y subirlas a aplicaciones como Natusfera o Bvwebrs permite conocer mejor su biología, distribución y puede dar herramientas para su control local», recomienda Vera.

Algunas de las características más distintivas de la especie en cuestión son que mide máximo 16 mm y su color es pardo grisáceo con manchas oscuras. Tiene franjas claras y oscuras en la parte del abdomen y rayas blancas en las antenas. Además, sus ojos son rojos .

Fuente: Levante.