Oídio: La enfermedad emergente del avellano europeo en Chile

Como parte de la investigación sobre fitosanidad del avellano europeo con financiamiento del Fondo para la Innovación Agraria (FIA), y ejecutado por el equipo del laboratorio de Fitopatología de la Universidad de La Frontera, durante las dos últimas temporadas se ha detectado un incremento sostenido de la prevalencia de la enfermedad conocida como Oídio del avellano europeo, causado por el hongo Phyllactinia guttata.

Aspectos de biología y control integrado de esta enfermedad emergente en las condiciones diversas de cultivo de avellano en Chile, aún son en gran parte inciertos. Como antecedentes, se consideraba que el hongo no tenía importancia económica porque su incidencia en las plantaciones era baja, y no afectaba directamente la producción, pero en monitoreos realizados por nuestro equipo de investigación en diversas plantaciones, se observa que en algunos huertos alcanza incidencia de hasta 100%, especialmente durante el verano, donde el árbol se encuentra en fase de crecimiento y desarrollo de la avellana, formación de amentos (flores masculinas) y de inducción floral; también se ha observado caída anticipada de hojas en árboles con alta prevalencia de este hongo. Es necesario denotar que, aunque el hongo no infecta el fruto, se desconoce con certeza si la infección en el follaje incide en el rendimiento y calidad de la avellana.

¿Cómo se genera el Oídio?

El Oídio en avellano europeo es causado por el hongo Phyllactinia guttata (Wallr.) Lév. Perteneciente a la división Ascomycota y a la familia Erysiphaceae, las especies de este grupo son parásitos obligados.

Este hongo pasa el invierno como cuerpos fructíferos (cleistotecio) en brotes, grietas de la corteza y restos de plantas. Las esporas (ascosporas) se liberan en primavera y son salpicadas por lluvia o transportadas por las corrientes de viento a los tejidos susceptibles, donde germinan y causan infecciones. Otras esporas aéreas (conidios) se producen en el tejido colonizado y provocan infecciones repetidas en todo el crecimiento de la temporada. Enfermedades causadas por estos hongos son más comunes en áreas sombreadas, áreas bajas que atrapan el aire húmedo y sitios con alta densidad de plantas y mala circulación de aire. A diferencia de muchos otros hongos patógenos que requieren humedad en superficies de plantas para la germinación de esporas e infección, el Oídio puede infectar en condiciones áridas (40% de humedad). La humedad libre, especialmente la lluvia, en realidad es perjudicial para la supervivencia de los conidios. Esto significa que el Oídio puede volverse problemático incluso cuando está demasiado seco para que se desarrollen otras enfermedades (Pfeufer et al., 2017).

El género Phyllactinia está representado por cerca de 100 especies, distribuido en todo el mundo. En Chile fue determinado por primera vez en el Laboratorio de Micología de Lo Aguirre del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en el año 2006, desde muestras en cuarentena postentrada, provenientes desde Argentina. Este tipo de hongo es identificado fácilmente ya que se observa superficialmente como micelio de color blanco a grisáceo formando pequeñas colonias circulares a ovaladas en el envés de la hoja pudiendo llegar a cubrir la hoja por completo, desarrollando conidios y abundante formación de pequeños cuerpos fructíferos superficiales de forma circular llamados cleistotecios, estos varían desde un color amarillo anaranjado cuando se encuentran en estado inmaduro, hasta un color pardo negruzco cuando están maduros.

¿Cómo se controla?

En la literatura se indica que para el control de este hongo se requiere de medidas profilácticas integradas, incluyendo prácticas culturales que favorezcan el movimiento de aire en la canopia, disminución de sombreamiento y de la humedad ambiente en la plantación; también destruir tejidos infectados contribuye a disminuir el potencial de inóculo. En relación con el control químico de esta enfermedad, en Chile no se evidencia fungicidas con registro para uso en avellano europeo, no obstante, en algunas plantaciones se aplican fungicidas con resultados inciertos en su eficacia.

Durante tres temporadas consecutivas de evaluación en la zona centro sur y sur de Chile, el oídio ha sido detectado cada vez con mayor frecuencia en la mayoría de las plantaciones comerciales prospectadas, los primeros signos del hongo para un mismo cultivar, edad y estadio fenológico se detectan principalmente desde fines de noviembre hasta fines de enero, según la localidad desde norte a sur. En general el Oídio ha sido observado con incidencia media alta tanto en el cv Barcelona como en el cv Giffoni, así como, en otros cultivares establecidos en diversas localidades, lo que demuestra que hasta el momento no hay cultivares resistentes a la enfermedad. Otro aspecto a consignar es que la incidencia y severidad de este hongo puede variar considerablemente entre temporadas y localidades, independiente del manejo realizado en la plantación, esta variabilidad se aprecia mayormente en las condiciones de clima templado desde La Araucanía hasta la región de Los Lagos. Una mayor presión de este hongo se observa desde el Biobío hasta el Maule con incidencia que habitualmente supera el 50%, pero que no han visto afectado su rendimiento (Kg/ha), debido a que el potencial de producción lo definen otros factores y no la incidencia del oídio.

Respecto del control de esta enfermedad emergente, en ensayos de campo utilizando fungicidas convencionales y orgánicos, se advierte cierta eficacia fungicida diferencial,  no obstante, son requeridas evaluaciones adicionales diversas tal que permitan inferir con razonable certeza la eficacia fungicida y las épocas de aplicación; así como en lo concerniente con evaluación del impacto de este hongo en aspectos de calidad de la fruta, principalmente en llenado de pepa, ya que en esta etapa fisiológica es en donde se aprecia la mayor incidencia y severidad.

Teniendo en consideración los antecedentes enunciados, y la cada vez mayor demanda de información de esta enfermedad por parte de los productores de avellano europeo, es conveniente y necesario potenciar la investigación básica y aplicada, al efecto de cuantificar la importancia económica que tendría esta enfermedad en los cultivares, en las diversas condiciones de cultivo, así como de estrategias de manejo, priorizando el control integrado, en un contexto de cambio climático acelerado.

Fuente: Cooprinforma