La importancia de la poda para maximizar su potencial productivo

Técnicos del INTA Valle Inferior en Río Negro destacan la importancia de reducir las ramificaciones de los avellanos para potenciar el crecimiento anual de sus brotes, a la par de un adecuado manejo hídrico y nutricional. Así, las plantaciones pueden alcanzar altos volúmenes de cosecha superiores a los 2 mil kilos por hectárea.

Para Silvia Gallo -especialista en fruticultura del INTA Valle Inferior en Río Negro- resulta «clave» para mejorar la productividad del avellano, realizar podas invernales y de producción, así como llevar adelante un adecuado manejo hídrico y nutricional.

«Como resultado, se maximiza el potencial productivo en plantaciones adultas de avellano, con crecimientos anuales superiores a los 20 centímetros por brote y se logran volúmenes de cosecha entre los 2 mil y 2.500 kilos por hectárea», sentenció.

Es que, de acuerdo con la investigadora, «rebajar las ramificaciones de este frutal y eliminar las ramas secas y debilitadas permite que la copa reciba mayor cantidad de luz y favorece el crecimiento de los brotes donde se producirán los frutos».

«En el avellano, la poda de producción incide directamente en el crecimiento de los brotes y en la iluminación de la parte interna de la copa, favoreciendo la formación de yemas fructíferas», explicó Gallo.

Para tener una elevada productividad, la técnica explicó que «esta especie necesita alcanzar crecimientos anuales entre los 15 y 40 centímetros. Si esto no sucede, los brotes son débiles y prácticamente estériles, lo que disminuye sensiblemente la producción de frutos».

Esto sucede, especialmente, en los montes adultos de avellanos no podados y muy ramificados. «Cuando el crecimiento anual es escaso e inferior a los 15 centímetros por brote, las producciones medias anuales rondan entre los mil y 1.500 kilos por hectárea», detalló.

 Originario de las regiones templadas de Asia, Europa y América del Norte, el avellano llegó a la Argentina de la mano de los inmigrantes. En la actualidad, el Valle Inferior del Río Negro se destaca por ser la principal zona productora del país de uno de los frutos secos menos difundidos entre los consumidores. 

Fuente: Agritotal