Jubilados voluntarios son los principales recolectores de avellanas en Happy Wombat

El huerto de avellanas Happy Wombat está dando frutos después de los incendios que afectaron a Australia entre el 2019 y 2020. Sus cosechadores son, principalmente adultos mayores jubilados que se ofrecen como voluntarios.

“Disfrutan estar ahí fuera. Cuando se jubile, debe mantenerse ocupado. No tienen ninguna obligación de trabajar, pero les encanta ayudar”, dijo el dueño de Happy Wombat, Craig Anderson, quien explicó que los adultos mayores vienen de todas partes del país a pasar el día o una semana, en el lugar vagan por los huertos cosechando las avellanas.

La edad promedio en un día en particular de la fuerza laboral voluntaria es de 77 años y trabajan en distintas tareas del huerto. “Una de las trabajadoras mayores, una señora que se acercaba a los 80 años pasaba su tiempo clasificando avellanas en el cobertizo mientras su esposo recogía en los potreros”, relató Anderson.

En esta temporada, y luego de la cosecha voluntaria, las nueces deberán secarse y madurar antes de que estén listas para los paladares australianos. El dueño de Happy Wombat dijo que los consumidores europeos suelen estar felices de comer las avellanas frescas mientras deambulan por sus bosques nativos, pero los australianos prefieren un sabor más seco o tostado.

Un negocio familiar

Craig Anderson trabaja el huerto con su esposa, Bindi Vanzella. La pareja proviene de entornos agrícolas; Anderson creció con caña de azúcar y su esposa es parte del legado de la manzana de Batlow. 

Anderson y Vanzella comenzaron el huerto de avellanas hace más de 20 años, plantando sus primeros árboles en 1999. Desde entonces, han ido construyendo su finca gradualmente, agregando una hectárea de árboles cada año en las últimas temporadas, con un total actual aproximado de 3 mil árboles.

Fuente: Tamud and Adelang Times