Influencia de la poda sobre plantas de avellanos en formación

Desde junio hasta mediados de agosto debe realizarse la labor de poda del avellano europeo, esto, según “Poda y Sistemas de Conducción” del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) debe considerar dos aspectos importantes: primero, lograr un equilibrio adecuado entre crecimiento vegetativo y reproductivo de la planta; y segundo, alcanzar la formación del esqueleto productivo del avellano.

En el estudio para el cultivo del frutal aseguran que “la construcción del esqueleto productivo se debe privilegiar la obtención”. Es por esto que la copa debe estar expuesta a la luz y sostenida por una estructura sólida que sea capaz de soportar la carga del frutal.

En la poda invernal, correspondiente a los meses de junio, julio y agosto, las plantas están en etapa de reposo vegetativo. En cambio, en la poda de primavera o verano el avellano está en actividad vegetativa.

Beneficios de la poda

Según el INIA la labor de la poda permite formar un esqueleto adecuado del árbol, en relación a su propia capacidad de desarrollo, mejorar y regular la producción, obteniendo fruta de alta calidad y disminuir la tendencia del avellano al añerismo, mantener la vegetación equilibrada en todas las partes la planta y regular el vigor de la planta.

A su vez la poda favorece la formación y desarrollo de ramas productivas y elimina aquellas mal ubicadas y enfermas, también facilita la entrada de luz al interior de la copa del avellano, para alcanzar una alta producción y calidad de las avellanas. Además, ayuda a que la cosecha y otras labores, como tratamientos para prevención de plagas y enfermedades se desarrollen sin mayores problemas.