Ecologistas italianos están preocupados por la producción de avellanas en su país

Pese a que la empresa realizó un compromiso sobre energías limpias y sostenibilidad, agricultores y ecologistas creen que podrían generar un importante daño con sus nuevas decisiones.

Según Financial Times, los agricultores italianos se encuentran preocupados, luego de que una marca de la misma nación, la cual se encarga de producir crema de avellana y chocolate, tomara la determinación de acrecentar la producción local de avellanas y nueces hasta en un 30%. Lo anterior, con el objetivo de alcanzar las 90 mil hectáreas para 2025.

Para ello, decidió transportar una parte de la fabricación de nueces desde Turquía hasta Italia. Dicha situación, significa una gran intranquilidad tanto para los ecologistas como para los agricultores italianos, debido a que esto puede traducirse en posibles enfermedades a las plantas y amenazas reales al agotamiento de la superficie.

La problemática se desarrolló a partir de la necesidad de los productores italianos de acortar las cadenas de suministro, con el fin de promover la producción local e incrementar el cuidado respecto a los derechos laborales y la sostenibilidad, de acuerdo con lo estipulado en el Plan Progetto Nocciola Italia. Según Reuters, la compañía llevó a cabo un acuerdo en mayo para comprar 10 años de energía limpia.

Falck Renewables (FKR.MI) sería el grupo encargado de la energía limpia de la firma, uno de los planes para disminuir en un 50% su huella de carbono. Sin embargo, los ecologistas no estarían conformes con ello, ya que podrían propagar plagas entre las plantas y destruir mantos acuíferos italianos, por medio de las decisiones ambientales de la empresa.

Según la opinión de expertos, las plantaciones de nogales en lugares donde no crecen de manera natural, como por ejemplo las playas, pueden, además de provocar un agotamiento de los mantos acuíferos subterráneos, privar a una serie de animales de su hábitat. A su vez, señalan que cultivar una sola especie puede traer como consecuencia aportar a la propagación de plagas y enfermedades.

Por su parte, la empresa en cuestión aseguró al Financial Times: «El cultivo de avellana no está destruyendo la zona rural italiana». Pese a ello, los agricultores de la zona están preocupados, aunque la compañía realizó un compromiso de disminuir sus emisiones a la mitad para 2030.

Fuente: Gastrolab Web.