Tras las tenciones políticas Turquía pretende terminar contratos con Ferrero

Crece la tensión entre Italia y Turquía, tras la decisión del Gobierno de Ankara de suspender contratos a empresas italianas, entre ellas algunas vinculadas al avellano europeo, en represalia por las palabras del primer ministro Mario Draghi, que definió al Presidente turco Erdogan como un dictador.

El embajador italiano en Ankara, Massimo Gaiani, fue convocado por el Gobierno turco para pedirle explicaciones y una disculpa. Desde entonces no han cesado declaraciones de ministros y líderes políticos, calificando las declaraciones de Draghi como “impertinentes, inoportunas e inaceptables”.

El titular de Industria, Mustafa Varank, comentó: “No hay lecciones en democracia que Turquía pueda recibir del primer ministro designado (no elegido en las urnas) de la Italia que inventó el fascismo”. El Gobierno de Ankara pretende que las palabras del primer ministro italiano sean retiradas con una disculpa oficial. Al no haber respuesta del Gobierno italiano, Ankara ha pasado de las declaraciones encendidas al envío de señales para amenazar a la economía italiana.

Contratos suspendidos

Los intereses comerciales de Italia con Turquía alcanzan casi los 18.000 millones de euros. Italia, con casi 1.500 empresas en ese país, es su segundo socio económico europeo. Una de las empresas más importantes es Ferrero, que produce en Turquía una buena parte de las avellanas, un negocio que vale cientos de millones al año. Es en el terreno comercial donde el Gobierno turco parece dispuesto a adoptar represalias, para que la economía italiana pague por las palabras de Draghi.

Los medios italianos destacan que en estos días se esperaba la firma del contrato para la compra de 10 helicópteros de entrenamiento Leonardo AW169. Una operación que podría superar los 150 millones de euros. Pero los turcos han hecho saber que «por ahora» la operación está suspendida.